Una seguidilla de amparos constitucionales que se activaron el 8 de abril encendieron las alarmas, pero una acción popular que se dilucidó en Pando el 31 de abril terminó por hundir el actual proceso
Una seguidilla de amparos constitucionales que se activaron el 8 de abril encendieron las alarmas, pero una acción popular que se dilucidó en Pando el 31 de abril terminó por hundir el actual proceso